viernes, 21 de enero de 2011

Capitulo 10



Fer está muy enamorado de David y David sólo piensa en Sebastián. Se siente muy culpable. No quiere herirlo. Fer siente que esta perdiendo al hombre de su vida pero prefiere ponerse una venda en los ojos. A la salida de clase se despide de su chico amoroso.
--¿nos vemos esta tarde en mi casa?
David conoce esa mirada. Fer está deseando hacer el amor con su novio pero después de haber estado con Sebastián, David no puede ni quiere estar con otro. Siente que con el torero está conociendo el verdadero amor y, aunque no hay nada oficial entre ellos, no lo quiere traicionar. Se siente fatal engañando a Fer, mintiéndole pero no lo quiere perder como amigo, no lo quiere lastimar.
--no puedo, tengo que hacer en mi casa. Otro día.
--no pasa nada.
--¿en serio no te enfadas?
David se muestra preocupado por si su novio sospecha que algo no va bien. Fer, aunque está muy triste, lo acepta con una sonrisa.
--otro día.
--¡sí, claro¡
David le piensa ir dando largas todo el tiempo que pueda. Se va ansioso, con ganas de conectarse al chat para hablar con su amor. Fer se queda triste. Se le escapa una lágrima.



David entra corriendo en su casa. Le da un rápido beso a su padre y sube deprisa a su habitación.
--¡que me suban la comida¡ --pide.
Le decepciona ver que Sebastián no está en el chat. Se queda sentado en la pantalla del ordenador. A las fotos que ya tenía del torero con los genitales al descubierto ahora se les han sumado las que se hicieron el fin de semana. David acaricia uno a uno todos los momentos de los que fueron los dos días más intensos de mi vida. Mira las fotos del guapísimo torero y le provoca decir:
--¡te amo¡
Se levanta sofocado.
--¡no, no es posible¡
Todo ha ido demasiado rápido y tampoco quiere precipitarse, quiere saborear las cosas tal y como se vayan presentando.
--¿estás ahí?
Es Sebastián que ya está conectado. David se sienta delante del ordenador. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. David y Sebastián se miran por la pantalla del ordenador. Se sonríen. Su sonrisa es una caricia para el alma del otro. Sebastián está sin camisa y con los cabellos mojados. Recién duchado.. David se pone cachondo. Sebastián también está muy contento. Los dos se gustan mucho. El uno hacia el otro sienten una fuerte atracción.
--¿dónde estabas? Te esperaba.
Sebastián ha llegado de una corrida y ha triunfado. Quiere compartirlo con David pero a la que empieza a hablar, éste enseguida no le deja seguir y molesto le dice:
--¡no presumas ante mí de ser un criminal¡
Esos comentarios le duelen al torero:
--¡no empieces con tus tonterías¡
--¡matar a un animal y encima por diversión no es una tontería¡
David a Sebastián le gusta mucho, se lo pasó muy bien con él y quiere seguir viéndolo pero le duele mucho que lo trate de esa manera. Habla triste.
--¿porqué tienes que ser tan antitaurino?
David habla atacando, es muy hiriente. Habla con rabia.
--¿Por qué tienes que ser un asesino?
Sebastián se ofende mucho y se desconecta.
--¡mierda¡ --grita David.
Se ha dejado llevar, no lo quería ofender y le duele haberlo lastimado pero en ningún momento pasa por su cabeza la idea de pedir perdón. Sebastián está triste. Le duele que David lo haya querido lastimar, que después del momento de amor que han compartido no le haya importado hacerle daño. Recuerda el día en que se conocieron.
--¡soy un estúpido –se dice así mismo—por pensar que iba a cambiar, sigue siendo el mismo¡
Sebastián no espera que lo apoye, simplemente que le respete como él lo respeta. Se queda esperando delante de la pantalla. Confía en que David recapacite, se dé cuenta que lo ha lastimado gratuitamente y le pida perdón. Está pendiente del chat, del móvil. David se queda en la cama abrazado a su almohada lloroso. Cuando el torero se da por vencido, se convence que David no le va a pedir perdón, se levanta herido. Da un puñetazo a la pared. Va en bóxers. David está tan triste que ni come. Se la pasa delante del ordenador, pendiente de si le pone un mensaje el torero de sus sueños y maldiciéndose por no haber tenido la boca cerrada y haya estropeado una de las cosas más bonitas que le han pasado.


El padre del joven, por su lado, pasa por el mismo sitio y a la misma hora en la que vio a su amado Marc (aunque claro aún sigue teniendo de él la imagen del macizo que fue). Emilio se da cuenta que se ha equivocado de calle y le da rabia pero de repente se lo encuentra. Marc va hacia donde está Emilio que se estremece. Marc no tiene un cuerpazo pero se ve bien. Sin afeitar, con jeans que le hacen un trasero pequeñito y sexy. Marc mueve la cabeza y muy dulce le dice:
--hasta luego, que te vaya bien.
Marc lo saluda como si lo viera siempre. Marc se muestra tierno pero no se detiene. A Emilio le gustaría retenerlo pero se da cuenta que Marc no tiene ningún interés y eso le duele.Los antiguos sentimientos están más despiertos que nunca para Emilio. Éste llama al detective para apurarlo, para exigirle informes. Si él ha visto ya dos veces a Marc sin querer, no debe ser tan difícil de localizar para un detective.


Por su lado, Emilio hijo está en la biblioteca pública, su lugar favorito. Está leyendo en la mesa que está al lado de lavabo. Pasa por su lado un moreno que está muy bien. Culo aplastado pero le seduce. Entra con la luz apagada, Emilio, que le ha ido detrás, cree que eso es señal de mal rollo, Emilio piensa que tal vez es por él, porque el moreno se ha dado cuenta que lo seguía. En realidad el moreno busca la luz pero se equivoca. Emilio aprieta el botó correcto y enciende la luz.
--up¡ --dice el guapo.
Entran los dos juntos, Emilio muy cachondo. El moreno se queda parado unos segundos, no sabe si ir al urinario o al wáter. Finalmente se coloca en el urinario pero en el lado en el que le gusta estar Emilio porque ve mejor, es más discreto. Desde detrás, Emilio le ve los movimientos del guapo al sacársela. No está muy pegado pero cuando Emilio se pone a su lado no se le ve bien porque la tiene muy bien agarrada, para mirarsela se tiene que girar bien. como le parece que el chico tenía dudas de ponerse en el urinario, tampoco quiere ser descarado. Si hace pis pues le parece que ir girándose es más disimulado pero como no pues sólo se gira una vez. No es gran cosa (6cms y 2 de grosor) pero le gusta, le pone cachondo ver directamente cómo se la sacude. Le enciende mucho cuando ve los movimientos de la mano del chico al sacudírsela pero hacía mucho que no alcanza a verlo así directamente y le gusta. El guapo ignora a Emilio y lo deja solo en su gozo. Emilio entonces se pone en el urinario del guapo. Le gusta masturbarse pensando en la verga que acaba de ver, deseando tenerla en su boca.

Ha caído la noche, Sebastián y David están sentados frente a su ordenador. no se han movido de la habitación esperando que el otro dé señal. David ha estado toda la tarde conectado. Sebastián está desconectado, espera una disculpa de David. Éste tiene miedo que no se vuelva a conectar pero ni se le pasa por la cabeza el pedir perdón. David mira las fotos de su torero. Lleva toda la tarde esperando que se conecte.
--¿¡es que este hombre no se va a conectar más?¡
A Sebastián le duele que no se disculpe pero le gusta mucho y decide darle una nueva oportunidad. Igual no quiere que sepa que lo ha ofendido. Se viste, hace como si viniera de la calle. David se emociona cuando el torero se conecta.
--¡por fin¡
Sebastián ya lo está viendo.
--si, perdona. Es que he estado con mi novia.
Lo dice para molestarlo y lo logra.
--¿lo has hecho con ella?
--claro.
A David le da mucha rabia pero no dice nada. A Sebastián le duele que David actúe como si no hubiera pasado nada, pero se conforma viendo que está celoso, que está enojado aunque David finge que no lo está.
--Supongo que no te importa, le tengo que cumplir a mi novia.
David se traga su rabia y dice:
--Te entiendo. Esta tarde no nos hemos visto con mi novio porque me he pasado la tarde estudiando, tenía que buscar mucha información de internet pero mañana en la tarde estaré con él y claro también le tendré que cumplir.
Los dos se celan. Los dos se dan celos el uno al otro y los dos están mintiendo.

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