miércoles, 26 de enero de 2011

Capitulo 14





Es por la mañana, Emilio padre se ducha. No ve llegar a Rachid. El chico entra por la puerta de atrás, por el jardín desde donde se sube a la habitación del dueño de la casa. El hombre sale totalmente desnudo de la ducha cuando se encuentra a su joven amante metido en su cuarto. No le gusta la sorpresa.
--Rachid ¿qué haces aquí?
Emilio agarra del brazo a su amante y lo va empujando al exterior de la vivienda:
--¡voy a tener que despedir a alguien¡
--No seas así, todos me conocen.
--¡te dije que nunca vinieras sin avisar, mi hija está en la casa¡ --molesto.
Rachid, con sus zapatos, da un pisotón al desnudo hombre y entra de nuevo en el dormitorio.
--¿hasta cuando tu hija se va a quedar en la casa? ¿es que no piensa estudiar?
Emilio está bastante enfadado:
--Ese no es tu asunto, ¡¡¡vete¡¡
Emilio va a agarrar al chico del brazo de nuevo pero Rachid se tumba en la cama:
--¡A mi no me vas a tratar como si fuera una putita a la que pagas por sus servicios¡
--¡tú y yo no tenemos nada, sólo sexo. Te lo dejé claro desde el primer día¡ ¡Te dije que no me interesaba nada más de ti¡
Rachid no parece dispuesto a irse.
--No me obligues a hacer un escándalo –Emilio.
Rachid se ríe de la amenaza:
--no creo que te convenga.
El chico se ha dado cuenta de las fotos de juventud que tiene el hombre sobre su cama, también ve el informe que le ha pasado el detective. Lo agarra.
--¡suelta eso¡
Rachid salta de la cama con el informe en la mano mientras lo va leyendo:
--¿por eso ya no quieres estar conmigo?
Emilio le arranca el dossier de la mano y molesto le dice:
--¡ese no es tu asunto¡
Rachid no ha alcanzado a ver con detalle el informe pero sí lo suficiente para darse una idea de lo que está pasando.
--¿¿qué quieres hacer con ese viejo? ¡Está feo y gordo¡ --dice porque el informe incluye fotos actuales.
--¡¡ya largo¡ --Emilio furioso.
Rachid pega su cuerpo al del desnudo madurito. Se muestra seductor:
--A ti te encantan los jovencitos ¿¿qué haces con un viejo?
Rachid agarra los genitales del hombre haciéndolos crecer. Trata de excitarlo pero Emilio se aparta de él.
--¡vete y no vuelvas más … a no ser que yo te llame¡
A Rachid le gusta el hombre pero también se fortuna.
--¡a mi no me vas a sacar de tu vida como si no valiera nada¡
Emilio hijo irrumpe en el dormitorio:
--papá ¿qué está pasando? Emilia os va a escuchar.
A Rachid le da rabia la confianza con la que Emilio ha entrado:
--¿¿cómo entras sin tocar? ¡pervertido¡ ¿no ves que tu padre está desnudo? ¡yo mismo podría estar en bolas¡ ¿¡o es lo que querías?
Emilio hijo agacha la cabeza con vergüenza pero el padre no permite que nadie ofenda a su hijo:
--¡¡mi hijo puede entrar en mi dormitorio siempre que se le pegue la gana¡
--¡Es un degenerado, le gusta espiarnos mientras hacemos el amor¡ --Rachid.
Por la cara de apenado de su hijo, se da cuenta que es verdad. Siente compasión, le gustaría poder ayudarlo pero no sabe como y además en esos momentos Marc es su prioridad absoluta. El hombre no está dispuesto a que humillen a su hijo y se pone de su lado:
--¡mi hijo puede hacer lo que le dé la gana, el que no eres nadie eres tú¡ ¡¡mientras estés en esta casa tendrás que hacer lo que yo quiera y eso incluye a mi hijo¡
Rachid mira al hijo de su amante con desprecio, le duele que Emilio se haya portado así con él. Se va sin decir nada. Se va molesto. Emilio se acerca a su hijo, desnudo y con su pene algo alzado indicando excitación. Emilio hijo se imagina a su padre siendo tocado por ese chico tan guapo y se pone cachondo. También siente celos. Y vergüenza al haber sido descubierto por su padre. El hombre es muy cariñoso con su hijo. Le pone la mano en los hombros:
--¿necesitabas algo?
Su voz suena dulce lo que calma a su hijo ya que se da cuenta que su padre no se enojó
--no, escuché que pasó algo y me preocupé.
Emilio abraza a su hijo con fuerza. Lo besa paternalmente:
--te quiero mucho, lo sabes ¿no?
Emilio siente verdadera adoración por su hijo mayor. Le duele que esté tan solo pero no quiere comentarle nada para no hacerlo sentir mal. Para cambiar de tema y viendo la tristeza que hay en los ojos de su padre, el hijo le pregunta:
--¿tú estás bien? ¿te hizo algo ese moro?
Dice moro con desprecio aunque más que por racismo por rabia, por celos porque no es él quien se acuesta con el chico. Emilio padre se tumba en la cama.
--¡te dije que te iba a meter en un lío¡ ¡¡no está bien eso de acostarse con jovencitos¡
Y Emilio hijo habla con la frustración de que nada le gustaría más a él que acostarse con ese jovencito con el que se acuesta su padre.
--tranquilo, no lo volveré a ver.
El hijo se sienta al lado del desnudo padre. Los dos se tratan con mucho cariño:
--¿tú estás bien?
Se da cuenta que su padre tiene sobre la cama las fotos de Marc en su juventud:
--¿hasta cuando vas a seguir pensando en ese hombre?
Padre e hijo hablan de casi todo. Se tienen mucha confianza.
--tú sabes lo que significó para mi.
--lo que yo sé es que te has quedado en el pasado, que vives como si tuvieras 20 años. Supongo que por eso sólo te acuestas con jovencitos pero ese hombre ya no es aquel joven que conociste. Han pasado 30 años, ya no existe la persona de la que te enamoraste.
Emilio padre suspira feliz.
--lo volví a ver y voy a luchar por él.
--¿no me dijiste que él nunca accedió a que se vieran a escondidas?
--es que si Marc me acepta no me importará que el mundo se hunda ¡¡Me casaría con él ahorita mismo¡
Eso es algo que sorprende a Emilio hijo pero prefiere que su padre esté con un hombre de su edad que no le haga sentir deseo y no con esos jovencitos que lo ponen cachondo y hace que aumente su frustración y ansiedad. Padre e hijo están tomados de las manos.
--ya sabes que te banco a muerto pero ¿qué dirán los gemelos?
--¡yo no me meto en sus vidas, no voy a permitir que ellos se metan en la mía¡
Al hombre sólo le importa la opinión de su primogénito:
--A ti te joderia que se hiciera oficial mi relación con Marc, que me casara con él?
-ojala se cumplan tus deseos.
Padre e hijo se funden en un afectuoso abrazo. Mientras Emilio padre se viste hablan de las inversiones que tienen en común y que son la única fuente de ingresos de Emilio hijo.

Al cabo de un rato, Emilio padre pasea justo por donde trabaja Marc en la hora que sabe que sale. Un encuentro provocado pero que Emilio quiere hacer pasar por fortuito.
--¿tú otra vez? –dice Marc casi con fastidio.
Emilio no se desanima.
--¿tienes tiempo?¿porqué no tomamos un café?¿o tu marido es celoso?
Marc se muestra un poco a la defensiva. Emilio es un buen recuerdo pero no quiere desterrar el pasado. Igual no quiere dar motivos a Emilio para que piense que su esposo es celoso o que tiene algo que ocultar. Van a una cafetería cercana. En principio como amigos pero Emilio no quiere perder el tiempo y entra directamente en materia:
--¿eres feliz?
-sí, mucho. ¿a qué viene esa pregunta?
--bueno, nos quisimos mucho –dice Emilio acariciándole la mano pero Marc se aparta de él.
--Me dejaste para casarte con una vieja millonaria, te fuiste del país y no te importó mi dolor –Marc habla con rabia, es una herida abierta aunque no lo quiere aceptar.
--si aún te duele es porque me quieres.
Marc se muestra alterado:
--¡yo soy feliz con mi vida¡ ¿porqué has tenido que aparecer?
Marc se levanta para irse pero Emilio le agarra del brazo. Le suplica que se quede. Pretende acercarse a él hablándole de lo triste que ha sido su vida. Almenos logra que Marc se siente y lo escuche. Emilio le habla de una vida amarga, que si tenía que emborracharse para acostarse con su esposa, que acabó pagando por años a tipos para que se acostaran con la vieja haciéndole creer que era él. Esto es algo que impresiona a Marc pero hay más.
--Ella quería tener más hijos, ella se casó conmigo porque la embaracé. Nunca supo que yo desgarré el condón. Entonces quiso ser madre y no por accidente pero yo me negaba pero justo cuando rozaba los 50, cuando más tranquilo yo estaba salió embarazada… ¡Yo hacía más de 10 años que no la tocaba aunque ella nunca lo supo¡ No tengo ni idea de cuales de los hombres que yo pagaba la embarazó. Cada vez pagaba a una diferente. Ella creyó estar sólo conmigo pero fueron cientos…
A Marc le parece cruel lo que hizo Emilio pero prefiere no opinar.
--Emiliito es mi único hijo, mi orgullo pero nadie sabe que los gemelitos no llevan mi sangre y también los quiero. Además, tuve mucha suerte. La vieja murió en el parto, fue una liberación para mí.
Marc está impactado tanto por la historia como por la frialdad de Emilio.

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