miércoles, 26 de enero de 2011

Capitulo 44



Emilia y Lucas llegan a la casa luego que ambos han participado en una orgía en la que ella ha sido la única hembra. A ella la han tratado como a una prostituta pero está contenta porque ha hecho morir de rabia y celos a Lucas que ha dejado plantada a Inma. Él está fuera de sus casillas. Emilia nunca lo había visto tan enfadado.
--¿¡te das cuenta de lo que has hecho?¡
Ella se comporta tal y como la golfa que considera Lucas que es aunque sólo lo hace para molestarlo a él.
--Si, me han echado un buen polvo que buena falta me hacía. Ya ni me acordaba de lo que era disfrutar de verdad.
Emilia logra lastimar a Lucas en lo que más le duele, su virilidad.
--¿¿y yo que soy para ti?¡
Él está ofendido y ella se muestra frívola para enfadarlo aún más:
--El peor amante que he tenido, siento decírtelo pero no me llenas como mujer. Desde que estoy contigo no logro quedar satisfecha.
Lucas le gusta mucho y es cierto que no la hace disfrutar como otros pero aunque no es lo que más le preocupa, quiere herirlo donde más le duele y lo logra. Lucas siempre se ha sentido el gran macho y las palabras de la chica lo hieren profundamente en su orgullo de macho. Habla con rabia:
--¿¡y si tan malo soy en la cama porque me buscas y me suplicas que te haga mi mujer?¡ ¡¡te has arrastrado a mi como la puta que eres¡
Él quiere ofenderla pero ella no se deja, a ella le duele que él siempre la trate de perdida y decide comportarse de esa manera.
--Porque me encanta coger. Es que veo cualquier chico y no puedo evitar abrirme de piernas para él sea como sea él. No te lo tomes como algo personal, hago lo mismo con todos. Con mi embarazo no salía y me he tenido que conformar con un patoso como tú.
Lucas la golpearía y opta por golpear la pared con tanta rabia que sangra. Ella le agarra la mano. Se muestra cariñosa.
--vamos a mi cuarto para que te cure.
Él es muy despreciativo.
--¡déjame, puta, no me toques con las manos que has tocado todas esas vergas¡ ¡Me das asco¡
Ella no se deja ofender. Ella le chupa la mano amorosamente, le limpia así la sangre con su saliva. Trata de besarlo pero él le da un empujón. No quiere ser uno más en la larga lista de conquistas de la chica.
--¿¿¡¡es que no has tenido bastante?¡ ¡no me pienso volver a meter en tu cama¡ --Lucas con rabia.
Lucas se mete en el cuarto de él y ella lo sigue. Lucas empieza a dar patadas en el armario.
--¡déjame en paz¡
Ella siente algo muy especial por él. No le importa que la humille, no se piensa apartar de él. Le acaricia la espalda con mucho amor pero él se gira furioso. No sabe si golpearla o besarla. Se lleva las manos a la cabeza.
--¿¡pero tú eres consciente que eres peor que una puta?¡ ¡Es que si cobraras aún pero todo es por puro viciosa¡ ¡¡Eres una enferma¡ ¡todo el mundo te verá en internet¡
--a ti también –dice ella tranquila.
Él se muestra nervioso.
--¡¡Yo no tengo nada que perder¡
Ella lo ve herido, celoso y le gusta. Él la sigue insultando.
--¡me das asco, no me volverás a tocar¡
Ella no se queda callada, sabe como ofenderlo. Usa un tono tranquilo para que parezca que le da igual estar con él cuando todo esto le está haciendo por él, por despecho.
--Mejor, la tienes muy pequeña. No sé como no te ha dado vergüenza mostrarte desnudo con todos esos machos con vergas y huevos tan grandes y la tuya es la de un niño.
Él se muerde los labios de la rabia, sangra. Ella sigue molestándolo.
--Mira que he estado con chicos y nunca me había encontrado con alguien que la tuviera como tú. Bueno tendría que buscar en críos de 10 años.
Rabiando y señalando la puerta él le dice:
--¡Pues no te vuelvas a meter en mi cama¡
Ella se va. Lucas se sienta en la cama y llora. Está muy dolido.
--¿¿qué me pasa? ¡¡es una puta¡
Emilia se siente morir. Le duele que Lucas la humille pero ese hombre se le ha metido en la sangre y no quiere renunciar a él. Se refugia en su hija que es la prueba viviente de sus errores. Se siente culpable por seguir cometiéndolos en vez de dedicarse a la pequeña María pero Lucas despierta lo peor que hay en ella.

Por otro lado, Fer llega a la casa. Lo ha hecho venir Emilio padre para ver si así se anima su hijo. Al ver a su ex entrar en su dormitorio, David se enfada.
--¡no quiero ver a nadie¡
A Fer le duele el rechazo del chico, le impresiona ver lo mal que está.
--acércate a la cama –le dice Emilio a Fer.
Pero David le gira la cara.
--vete y no vuelvas –dice dolido.
David no quiere ver a nadie, sólo quiero llorar pensando en su amado supuestamente muerto. Fer se queda triste. Emilio sale con él. Lo trata de una manera paternal.
--No le hagas caso, aunque él no se da cuenta te necesita. Tú eres el único que le puede ayudar.
--¿en serio?
Fer sigue muy enamorado de Fer y le ilusiona pensar que David pueda volver con él pero no ve a David muy interesado. Eso lo anima a que siga visitando a su hijo con la esperanza de una reconciliación.



Muy lejos de ahí, Sebastián está en su dormitorio. Lleva sólo pijama. No lleva ropa interior y se le nota una fuerte erección. Marisol irrumpe en la habitación en ese momento.
--¡no entres así en mi cuarto¡
--ya es era que sea nuestro cuarto.
Sebastián sofocado se da la vuelta. Le da vergüenza que la mujer lo vea de esa manera. La mujer está demasiado caliente. Le tiene demasiadas ganas a ese guapo. Le pone muy cachondo ver el miembro viril tan alzado.
--No sientas pena, eres mi esposo. Es normal que te calientes pensando en mí.
Ella se le acerca coqueta. Él está de espaldas a ella, con sus manos allá. Le da vergüenza estar así ante la que supone su mujer. No sabe bien en qué estaba pensando pero no en ella. Quería pensar que no podía hacer el amor con la mujer por un problema físico pero sabe que no es así. No se acuesta con Marisol porque no le apetece, porque no le nace. Ella lo abraza por la espalda seductora.
--a ver que tienes ahí…? –dice coqueta.
Ella quiere tocar esa gran y gorda verga pero él no suelta las manos. Está tenso.
--soy tu esposa, tenemos mucha confianza.
Pero él no se muestra nada participativo. Ella está excitada. Le baja el pantalón a la fuerza. Él no se lo impide porque está tapando sus grandes genitales. Ella le lame todo el trasero y como a él no le gusta se da la vuelta. No siente amor hacia ella, no le apetece acostarse con ella.
--No me veo capaz, espera a que recupere la memoria.
Ella sabe perfectamente que no puede esperar. Le muerde una mano con todas sus fuerzas. Él grita y eso hace que sus genitales queden al descubierto que es lo que ella pretendía pero el miembro de Sebastián está ya empequeñeciendo. Marisol se arrodilla ante él, empieza a chupar pero aquello en vez de crecer aún se empequeñece más. Sebastián se sube el pantalón incómodo.
--lo siento, no puedo.
Él sale de la habitación angustiado porque no sabe porqué no puede responderle a su supuesta esposa. Ella está frustrada.


Cae la madrugada, Emilia está esperando a Lucas en su cama. Está segura que él la vendrá a buscar. Lucas está muy herido. No piensa salir de su cuarto y no cree que Emilia se atreva a buscarlo después de lo que ha pasado entre ellos. Está en bóxers sobre la cama. Emilio entra en el dormitorio. Él la mira con deseo, rabia y sorpresa.
--¡largo de aquí, puta¡
Ella se saca la bata quedando desnuda ante él.
--te necesito –le suplica ella.
Él la quiere humillar, que se arrastre a sus pies.
--¡no quiero ser uno más, quiero dejar mi huella en ti¡ ¡te exijo que te dejes preñar por mi¡
Él le habla con rabia, ella está sorprendida. Lucas sigue hablando:
--Si quieres acostarte conmigo tiene que ser sin condón, quiero preñarte aunque luego no te pienso responder porque no voy a creer que sea mío.
Él está seguro que ella no va a aceptar sus condiciones aunque le gustaría pensar que está dispuesta a arrastrarse por él. Emilia está boquiabierta. Él sigue hablando, es muy despreciativo.
--¡no quiero ser uno más, quiero dejarte marcada para siempre, quiero preñarte pero no respectaría a ese bastardo hijo de una puta como tú pero si tanto te gusta joder, si tanto necesitas que te haga el favor quiero que me des un hijo, un bastardo mío. Sólo así podrás tener el privilegio que te la meta
Ella no lo duda. Se muestra sumisa.
--haremos lo que tú digas. No nos cuidaremos, nadie sabrá que tú me embarazaste. Me hará muy feliz llevar a tu hijo en mi vientre aunque tú me desprecies, aunque no lo reconozcas.
Ella lo besa. Lucas disfruta humillándola, teniéndola a sus pies. Se aparta de ella. Es muy brusco.
--¡te tienes que hacer unos análisis, primero me tengo que asegurar que no me vas a contagiar nada¡
Lucas no se cansa de humillarla y ella está dispuesta a dejarse hacer lo que sea con tal de tener a Lucas con ella ni que sea a escondidas.

2 años después…



David vive sumido en las sombras. No ha superado la depresión de la muerte de Sebastián. No sale de su casa más que para ir a terapia. Fer lo va a buscar pero David siempre lo rechaza.
--¡no vuelvas más¡ ¡¡no quiero verte¡ ¿¡es que no lo entiendes?¡
Fer se desespera.
--¿¡hasta cuando vas a pensar en alguien que está muerto?¡
David no tiene vida en los ojos:
--hasta siempre, forma parte de mi vida, de mi sangre. Lo nuestro fue un amor eterno.
David se va dejando a Fer muy triste.

Por su lado, Sebastián sigue con su vida de enfermo recluido en México. Con mareos, con amnesia. Sólo se anima a salir al jardín. Ve a su supuesta esposa hablando con su doctor a escondidas. Se asusta al pensar que le pasa algo grave y se acerca sigilosamente para escuchar sin que lo vean. Ella está nerviosa.
--¡no debiste venir¡
Él le entrega un bote de pastillas.
--te he traído esto para ver si así se le levanta y tu supuesto marido se acuesta contigo aunque entre las pastillas que les das para que tengas mareos, las que le provocan amnesia y ahora esto… lo vas a matar.
Sebastián escucha, sin ser visto, incrédulo.

cancion Amor Eterno:
http://www.youtube.com/watch?v=H5xsh2-lwEU

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