miércoles, 26 de enero de 2011

Capitulo 34




Emilia está sola en su cuarto, su barriga cada vez más abultada. La pequeña María se hace notar pero la joven futura madre no hace más que pensar en Lucas. Está molesta porque el chico ha ido con sus amigos a una discoteca de moda. Está furiosa porque teme que el chico llegue demasiado tarde y ella ya se haya quedado dormida. Se ha resignado a que el guapísimo chico sea suyo sólo en las noches, a tener sólo encuentros sexuales fríos con él pero la calidez del cuerpo del chico la llena totalmente, se conforma con lo que tiene pero no quiere renunciar a estar con él ni una sola noche. Decide llamar a una de sus amigas de la escuela, hace meses que no sabe de ella y la invita a un reencuentro justo en la discoteca en la que sabe que se encuentra Lucas. La chica pide un taxi y se va por la puerta de atrás para no tener que dar explicaciones aunque no se las suelen pedir. El padre de la joven está solo en la sala, se ve inquieto. Marc llega por la puerta principal en ese momento. Lleva su propia llave. A Emilio le cambia la cara. Deja la copa y se acerca a él.
--¿dónde estabas? –pregunta angustiado—me tenías preocupado.
Marc mira a Emilio sorprendido. Está triste pero la vida continua. Marc se sirve una copa, se sienta en el sofá.
--No creí que te tuviera que rendir cuenta de mis actos.
Es un reproche. Emilio está ardiendo, se sienta a su lado pero se muestra calmado para no asustarlo.
--No, no es eso. Es que…
Marc no le deja acabar la frase:
--creí que era libre de entrar y salir de tu casa cuando quisiera, que soy tu invitado.
Marc sigue reprochando. Emilio hace un esfuerzo para que no se note su ansiedad, para no hacer sentir mal a Marc.
--Lo que pasa es que en todo este mes que llevas viviendo en la casa no habías salido y me preocupé.
Marc se levanta para ponerse otra copa.
--Lo sé, lo decidí a última hora. Veía la urna y no avanzaba.
Emilio se levanta para acercarse a él. Pone su mano sobre la mano de su amado pero Marc se aparta de él, rechaza el contacto físico. Emilio se desvive porque Marc esté bien, hace lo imposible para que se acerque a él y no sólo como amigo.
--ya te dije que yo te compraba una tumba, que era lo mejor.
Marc no quería tener más deudas con Emilio.
--preferí llevarlas a un parque que nos gustaba mucho a los dos, así cada vez que pasé por ahí me acordaré pues de él.
Marc está muy triste, se le escapa las lágrimas. Emilio está a su vera. Amándolo más que nunca pero tragándose su amor para evitar el rechazo del afligido viudo.
--Me hubieras avisado, me habría gustado ir contigo. Pudimos ir en la mañana.
--Esto es algo que tenía que hacer solo. Me animé y lo hice. Además sabes que está prohibido dejar cenizas en lugares públicos, preferí hacerlo en la oscuridad de la noche.
Marc se rompe por momentos y Emilio quiere protegerlo, abrazarlo pero no lo hace por respecto a su dolor, a la distancia que Marc quiere tener con él.


Por otro lado, Emilia entra con su amiga a la discoteca. Busca a Lucas con la mirada. Lo ve en un rincón, él e Inma devorándose. Le duele verlo con la novia pero almenos lo ha visto y le gusta. Óscar se acerca a Emilia y su amiga. Se muestra coqueto.
--Aprovechad que estoy soltero¡¡ --dice divertido.
La amiga de Emilia se deja seducir por Óscar así que Emilia está entre el grupo de Lucas. Ella no le saca los ojos de encima a Lucas pero el chico está en un rincón comiéndose a Inma e ignora a la chica.
--¡es que ni siquiera me ha visto el descarado¡ --dice Emilia para sí dolida.
Pero Lucas le encanta, le gusta haberlo visto aunque fuera tan “bien” acompañado. Lucas e Inma no tarda en desaparecer de la vista de Emilia y como se da cuenta que ni su amiga ni Óscar están y unos chicos borrachos empiezan a molestarla, Emilia opta por abandonar la discoteca. Pide un taxi para volver a casa. Está furiosa. Siente que Inma se ha metido en su terreno, que le ha robado algo que sólo le corresponde a ella, que Lucas en la noche sólo es para que ella lo disfrute y está furiosa porque ha perdido una noche. No duerme, lo espera en la habitación de ella. Escucha el sonido del descapotable, Emilia va hacia la habitación de él. Se queda en la puerta. Lucas llega borracho y divertido. Ella está furiosa:
--¡me dejaste plantada y dos veces¡
Él se ríe. Se sienta en la cama y se empieza a desnudar. Le habla entre risas y con mucha burla y desprecio:
--pues si no te gusta lo que te doy no me vengas a buscar en las noches, que la que se mete en mi cama como la golfa que es eres tú no yo. Yo no tengo ningún interés en que te abras de piernas, eres tú la que no puedes vivir sin que te la meta.
Él se queda en calzoncillos, se los baja y se tumba en la cama. Ella está histérica pero lo desea y está dispuesta a hacer el amor con él que con sorna dice.
--No intentes abusar de mí ahora porque con lo borracho que estoy no se me va a levantar y me voy a quedar dormido.
Él se ríe, ella está que revienta de la rabia. Le grita pero él ya se ha quedado dormido. Ella se va a su cuarto vencida.

Al día siguiente, Sebastián ha triunfado nuevamente en los ruedos. Él y David se han retirado al hotel para su celebración particular. Sebastián está en la ducha reclamando a su amado. David está desnudo en la habitación. Llaman a la puerta.
--Cariño ¿porqué no vienes? –Sebastián desde la ducha.
--¡¡llegó el champán, ahora voy¡
David se coloca tras la puerta para que le entren el pedido pero la que entra es la ex novia de Sebastián a empujones.
--¿¿qué haces aquí y así? ¡¡Esta es la habitación de mi novio¡¡
David se tapa los genitales con una mano:
--No, es mi habitación.
David está nervioso. No sabe cómo hacer para que Sebastián sepa de la presencia de la chica sin que ésta se dé cuenta de la presencia del torero. Marisol mira a su alrededor. Hay una cama, la ropa de David tirada en el suelo, el traje del torero en una silla.
--¡Marisol ¡¡¿Qué haces aquí?¡ --grita David con la esperanza que el torero lo oiga.
Marisol oye la ducha:
--¿¡con quien estás?
--¡con nadie¡
Marisol tiene los ojos desencajados. Sebastián oye ruidos, sabe qué pasa algo pero no sabe qué. Sale desnudo.
--¡Cariño, ¿que está pasando¡?
Marisol se queda helada al ver a su ex desnudo y mojado y diciendo cariño, quisiera creer que se lo dice a ella pero sabe que no. Los tiene a los dos desnudos, en una habitación de hotel con una sola cama. No hay lugar a dudas. Se pone histérica. Los mira a ambos como si fueran unos pervertidos.
--¡Maricones¡ ¡debí imaginármelo¡ ¡¡SON AMANTES¡
David agarra del brazo a la chica para sacarla de la habitación.
--¡No seas loca, Sebastián es hetero, Sebastián es hetero pero es que no quedaban más habitaciones¡
Sebastián mira con ternura a su amado que sigue tapándose sus partes íntimas con una mano. Sebastián camina desnudo. Le emociona que David mienta por él con las galas que tenía de gritarle la verdad a su ex. Sebastián abraza a su ex cubriendo así la desnudez frontal de ambos. Más que nada para que el chico no tenga que seguir tapándose con la mano. Gira su cabeza para hablarle a su ex.
--Nos amamos, somos novios.
El torero es muy amoroso con su novio. David está pasando un mal rato y Sebastián quiere que esté tranquilo.
--¡TE BURLASTE DE MI¡ --grita ella que está dispuesta a hacer un escándalo.
El torero se defiende tranquilo y sin soltar a David.
--Desde que conocí a David no pude estar más contigo y cuando lo tuve claro te dejé.
Marisol es puro odio:
--¡TE VOY A HUNDIR¡ ¡¡ERES UN MALDITO MARICON DE MIERDA Y ESO TODO EL MUNDO LO VA A SABER¡¡
Sebastián se muestra fraternal con su novia.
--si en serio me quisiste no me hagas esto, no destruyas mi carrera.
--¡¡¡DESPIDETE DE TU CARRERA¡ ¡¡VOY A ARRUINAR TU VIDA CÓMO TU HAS ARRUINADO MI VIDA¡ ¡TE VAN A DESTROZAR CUANDO TUS COMPAÑEROS TOREROS SEPAN QUE HAY UN MARICÓN ENTRE ELLOS Y YO ME VOY A ALEGRAR DE VERTE HUNDIDO¡¡
Marisol se va furiosa. Sebastián se queda preocupado aunque fuera una sonrisa para su David. No quiere que el chico se sienta mal.

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