miércoles, 26 de enero de 2011

Capitulo 54 (y último)




David y Sebastián llegan a la casa. Dejan al pequeño en su cuarto. La habitación comunica con la de ellos. Sebastián sin camisa, sudado. David lo devora con los ojos.
--voy a darme una ducha.
--a mi me gustas así. Me pones cachondísimo –David excitado.
Se miran con cara de pervertidos. Se besan. Sebastián tira a David a la cama mientras le va sacando la camisa. Se besan largo rato. Sebastián va acariciando el trasero de David mientras le va bajando los pantalones y los bóxers. David mientras se divierte besando y acariciando el sudado torso de Sebastián. Sus axilas, sus pezones, el vientre, el ombligo. Se levanta para sacarse la ropa que ha quedado en las rodillas mientras Sebastián se va bajando los jeans. David le ayuda a sacárselos. Luego ya sí los dos desnudos, a solas con su amor se aman con palabras, se aman con caricias, se aman con su sexo. El uno llena el cuerpo del otro con el suyo propio. Se aman con intensidad, se disfrutan y se gozan. Sobretodas las cosas son muy muy felices.

David y Sebastián quedan los dos desnudos en la cama después de haberse disfrutado. Se aman y gozan sólo con sus caricias. Se miran enamorados. Los dos tienen la cabeza en la misma almohada. Juegan con sus dedos.
--desde que anotamos a David Sebastián como hijo de los dos me sentí tan casado contigo que no necesité nada más –Sebastián.
--Yo también me siento muy feliz, me siento casado contigo. No necesito un papel que me diga que eres mi marido pero si podemos casarnos ¿porqué no aprovecharnos? Además tenemos que aprovechar estos últimos meses que el inútil de nuestro Presidente esté en el poder. Rajoy siempre presume que no piensa prohibir nada pero ya se ha encargado de decir que cuando sea Presidente, que saldrá, anulará la ley que permite casarnos, que por cierto no sé qué diferencia habría en este caso en que no nos deje casarnos o que nos lo prohiba.
--bueno tampoco hace falta que me hagas una charla política –dice Sebastián divertido—pero me has convencido. Nos casamos.
David se coloca sobre el ex torero. Los dos muy amorosos.
--¿en serio te quieres casar conmigo?
Sebastián se le ríe:
--¿es que lo dudas? Te amo y quiero gritarle a todo el mundo que soy feliz, que te amo.
Se van besando.
--¿y qué has pensando para la boda? --Sebastián.
David se encoje de hombros.
--No sé por donde empezar.
Se ríen, se acarician.
--Le podríamos proponer a tu hermana que celebremos una boda doble aquí, así no se tendrá que preocupar en buscar un sitio y para nosotros será mejor.
David se muestra entusiasmado. Besa a su amado contento. Salta desnudo de la cama:
--¡voy a llamar a mi padre ahora¡
Sebastián lo contempla enamorado.

1 mes después… La finca de Sebastián y David está ya preparada para una boda doble que se celebrará al día siguiente. Los anfitriones reciben a su familia. Marc y Emilio el uno al lado del otro, separados pero mirándose de reojo. Lucas con María de la mano y Emilia con Lucas jr en brazos. David lleva en brazos a su hijo. Lucas y Emilia lo abrazan. Van saludando a los niños. Sebastián saluda a Emilio. Se abrazan. Marc se queda un poco al margen. David se acerca a su padre. Lo saluda con la mano del bebé.
--Saluda al abuelo –dice muy paternal.
Emilio acaricia al niño. Está emocionado al ver a su hijo dichoso.
--que hermoso es tu hijo –dice Emilio.
David sonríe orgulloso. Emilio abraza a su hijo. Lo ve tan feliz que le dan ganas de llorar. Lo ha visto al borde de la muerte y ahora en cambio David es el hombre más feliz del mundo y todo gracias a Sebastián.




Esa noche es noche de despedida de solteros, Lucas y Emilia (el pequeño Lucas duerme con ellos) y por su lado David y Sebastián lo celebran como más les gusta: haciendo el amor. Emilio y Marc están solos, cada uno en habitaciones continuas. Sofocados. Son los únicos en esa planta que no están teniendo sexo. La soledad no les deja dormir. Salen de la habitación los dos a la vez. Se sorprenden por la coincidencia. Ambos están en calzoncillos. Marc unos grandotes, Emilio luce unos pequeñísimos slips que lo hacen irresistible. La excitación de Marc es evidente pese al gran bóxers.
--hace calor ¿no? –dice Marc nervioso.
Emilio se le acerca y Marc se derrite.
--vamos –dice Emilio pícaro.
Marc lo desea pero se hace el duro.
--iba a la cocina –dice temblando.
--¡Venga, Marc, si tienes tantas ganas como yo¡
Marc pone mala cara. Emilio sonríe y dice:
--bueno, a lo mejor no tantas pero ¿no me digas que no quieres intentarlo?
Emilio acaricia la mano de Marc y éste ya no se resiste. A los dos el fuego los consume. Emilio se lo lleva a la cama. Se bajan el uno al otro los calzoncillos y se llenan el uno del otro. Una vez han hecho el amor, Marc se sienta en la cama. Los pies en el suelo. Busca los calzoncillos para irse pero Emilio le acaricia la espalda. Se muestra amoroso.
--No me dejes solo, quédate conmigo.
Marc no quiere irse y Emilio no quiere que se vaya. Emilio se aferra a él. Se quedan los dos tumbados, desnudos. El uno al lado del otro. Emilio lo mira enamorado.
--dime que no vas a volver a dejar dormir solo, dime que no vamos a perder más el tiempo, que vamos a escribir juntos nuestro futuro.
Marc se muestra serio. Finalmente sonríe: Emilio lo ha visto sonreír tan poco en los últimos años y le gusta como sonríe.
--está bien, vamos a intentarlo –Marc.
Emilio no necesita más. Se muestra eufórico y Marc se deja llevar. Pasan la noche juntos, abrazados pero cuando Emilio despierta, Marc ya no está a su lado y eso le inquieta.

Todos son nervios esa mañana, David y Sebastián se visten juntos. Van iguales. El uno ayuda al otro a hacerse el nudo de la corbata. Entra Lucas en la habitación, ya vestido. Todo son besos y abrazos. Los tres están nerviosos pero son felices. Se felicitan mutuamente. Emilia está vestida de novia, sin velo pero de blanco. Es feliz. Su padre está a su lado. Muy emocionado.
--gracias por convertirme en abuelo, gracias por dejarme compartir este momento contigo.
Emilia es muy cariñosa con su padre.
--Eres mi padre aunque no lleve ni una gota de tu sangre.
--Eres mi hija, no debí…
Ella le pone la mano en la boca para que no siga. Lo besa muy cariñosa. Los dos están muy emocionados. Ella le agarra del brazo, bajan los dos juntos.

Suena la marcha nupcial. En el jardín están todos los invitados. Un caminito entre las sillas lleva al altar. Ahí los espera el juez. Marc está con unos nerviosos Sebastián y Lucas. Los dos bebés están en primera fila en brazos de empleadas. Emilia llega del brazo de su padre, y David de la mano de la pequeña María. Hay miradas de amor, de complicidad para todos. Emilio mira enamorado a Marc y éste le guiña el ojo. Lucas recibe a Emilia, se susurran palabras de amor. Ella lleva un vestido sencillo, blanco, corto. Un ramo de rosas blancas. Lucas lleva traje blanco sin corbata. David y Sebastián se agarran de la mano. Se miran con amor, con pasión. Se hacen guiños de ojos. Emilio se coloca detrás de los novios, al lado de Marc. Las dos parejas de novios ante el juez se miran con amor, escuchan las preguntas, las asienten. Intercambios de miradas, de amor. Anillos, promesas. Marc y Emilio detrás juegan con sus miradas. Se acarician la mano.
--te amo –le susurra Emilio.
Marc no lo piensa, lo siente.
--Yo también te amo.
Emilio se tira a sus brazos, se siente de nuevo con 20 años, Marc le sonríe contento. Los novios están atentos al juez y no prestan atención a lo que pase detrás. La ceremonia es breve. Luego que los cónyuges manifestaran su intención de contraer matrimonio, hacer un simbólico intercambio de anillos se produce la firma de las actas. Lucas y Emilia son los primeros en besarse. Es su primer beso como marido y mujer y corren a celebrar la unión con junior y María. David y Sebastián se miran frente a frente agarrados de las manos.
--Mi marido, eres mi marido ¡soy tu marido¡ --David emocionado.
--bueno, tampoco va a cambiar nuestra vida por esto ¿no? –Sebastián cariñoso.
Se sonríen y se besan ardientemente. Están dichosos y piensan en que como el futuro sea como mínimo una cuarta parte de lo que han sido felices hasta el momento les espera una vida llena de dicha. El pequeño David Sebastián llora y sus padres se acercan a él. David lo agarra entre sus brazos y Sebastián los acaricia a los dos amorosamente. El bebé calla y el matrimonio se mira con mucho amor.
--¿te acuerdas de primer día que nos vimos? –Sebastián.
Los dos se ríen.
--¿a qué viene eso ahora?
--quien nos lo hubiera dicho que acabaríamos así ¿verdad?
David asiente. Se hablan, se miran con mucha dulzura. David piensa en todo lo que se masturbó pensando en los genitales del ex torero. Nunca pensó que acabaría convertido en padre de su hijo y amándolo como lo ama. Sebastián abraza a esas dos personas que son lo más importante de su vida, David y su pequeño.
--te amo –Sebastián.
David apenas puede hablar. Es tan feliz como esposo, como padre que a veces le duele.
--te amo –murmura entre lágrimas.
Se sonríen y sellan su felicidad con un intenso beso de amor mientras el pequeño David Sebastián se encuentra en medio de sus dos papás, acunado por los paternales brazos de David y siendo acariciado por las amorosas manos de Sebastián.
FIN.

2 comentarios:

  1. Me alegra que finalmente Lucas y Emilia queden juntos. Bonito final, además que ella sale muy guapa en la foto. :)

    Bonito final. Describiste todo con claridad (los gestos, el vestuario), parece que hubiera estado allí. Felicitaciones.

    Saludos,

    Renzo

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  2. ¡muchas gracias¡ yo lo disfruté mucho.

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